La llegada de mi hermana trajó un alegria más llamada Oriana

Oriana sonrié en los brazos de mi hermana

al saber que es muy querida en casa

El Jueves 30 de Octubre viajé a Lima junto a mi padre para poder recibir a mi hermana Melina que reside en Davis, California, U.S.A. despues de cuatro años de no haberla visto, estaba muy emocionado pues no venia sola, traia consigo a Oriana que es el fruto del amor de ella y Bobby, su esposo, quien lamentablemente por motivos de trabajo no pudo venir y tambien se le extraña mucho por estas tierras incas.

LLegé en primera instancia a la casa de mi primo Jose y su hijo Jose jr. en Surco, para poder llegar al Aeropuerto decidimos tomar la linea 36 que va de cono sur a cono norte, de paso asi podia conocer más de Lima además teniamos tiempo de sobra, dijimos.
Pero el viaje al aeropuerto se convirtio en un suplicio por el trafico estresante de la capital peruana y eso hacia que las ansias por ver a mi hermana y mi primera sobrina incrementen.

Llegando al Aeropuerto miraba el panel de llegada de los vuelos, el cual me indicaba que el avión procedente de Atlanta que traia a mi hermana y sobrina llegaba a las 11:15 pm pero no fue hasta la medianoche cuando ambas pisaron tierras incaicas.
Corrí junto a mi padre para abrazar a mi hermana y ambos lloramos de alegria pues hace mucho tiempo que no nos veiamos, miré a Oriana y ella me respondio con una sonrisa de oreja a oreja.
Oriana es una niña preciosa y robusta, que hace sonreir al mas frío personaje y hace llorar al mas fuerte.

Oriana es muy avanzada para su edad, A veces ya quiere hablar

Al dia siguiente venimos a Trujillo pues mis demás familiares incluida mi madre esperaban ansiosos nuestra llegada, al momento de bajar del avion en Trujillo las mismas escenas de emoción se volvieron a repetir.
Oriana y Melina se quedaron 26 días en casa, en los cuales Oriana se robó el show , tan dócil, tan alegre y tan hermosa que hacia que uno se olvidara de los problemas de la vida diaria.

Oriana cambió nuestras vidas y la mía misma, pues siempre me pareció desagradable cargar bebés, o alimentarlos, cambiarles el pañal o simplemnte hacer gestos tontos en la cara para que un bebé sonria.
Pero con Oriana descubrí que el tonto fuí yo, por que un bebé hace que uno nuevamente se sienta un niño y saber que cuando el sonrie es por que tu le has dado tu mayor esfuerzo por hacerlo sentir bien.
Con el trancurrir de los diás, ver cada mañana cuando Oriana se despertaba era una alegria inmensa, y mas que todo correr del primer piso al segundo cuando ella lloraba o cargar el coche de aqui para allá, o dejar a mi hermana a solas con ella cuando le va a dar de lactar me haciá saber que el tiempo ha transcurrido tan rápido que la familia ya creció.

Ahora Oriana y mi hermanita Melina están lejos pues los 26 dias pasaron y la casa ha quedado vacia, la monotonia regresa a nuestras vidas y la tristeza embarga pues uno quisiera vivir esos momentos para toda la vida, bien dicen que un niño trae alegria a nuestras vidas y Oriana, "mi tesoro escondido" como le deciamos aquí, lo hizo con creces, pero las cosas son así y el tiempo transcurre.
Por ahora recuerdo a Oriana cada dia desde que se fué y la quiero como si fuera mi hija (la que aún no tengo) pero sé que en un futuro volveré a verla pero no sólo a ella sino a Bobby y a mi hermana.

Y estoy seguro que los dias que viví hace unos dias estando con ella, esta vez serán mucho mejores.
Por mientras me queda el recuerdo del tiempo que pasamos juntos y agradesco a mi hermana Melina por haber creado en mi un sentimiento diferente y especial que es el de ser tío.

Las extraño mucho

Afranio Seguel.


En mis brazos, Oriana sabe que soy su tío